El vertedero del sentido, allá donde se rinde
el alma ante la vida del metal, muestra tus entrañas y apaga mis ojos
pues la pasión no entiende de luces ni de incendios de sábanas...
Aparta la mirada, aún a tiempo en la primavera en la que fuimos agua y fuego, condenados a consumirnos, agotados nos rendiremos a la obviedad de nuestro elemento...
Nada dura cuando arde; me dijeron una vez, y yo ya me consumi en tú
fuego en más ocasiones de las que pude recordar...volveré allá donde
pertenezco; al agua...pero antes inventare una distancia para que no te
consumas...
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