8 feb 2015

Contando..

"32 años. 395 meses. 11850días. 284.000 horas, y lo que se ha perdido en el recuento..."

5.110 cafés -algunos de un sorbo; otros con tranquilidad-... Mas gin tonic,  algo de tequila. 7 viajes internacionales. 1 hogar... Algún libro leído, varios empezados... Decenas de pares de calzado usados y gastados. Más calcetines - muchos no los he vuelto a ver-.... 
Miles de horas frente a la pantalla en blanco - con cafés y más tequila-. Hablando, escuchando. Muchos consejos recibidos. Algunos buenos. Otros olvidados - como tantas veces las llaves en casa-, y otros pocos, dados...
Sonrisas, risas, carcajadas. Llantos - ruidosos y en silencio -. Olores, sabores y experiencias. Problemas graves. Problemas estúpidos. Problemas solucionados. Problemas...olvidados...
Letras de canciones leídas, escuchadas. Letras cantadas, inventadas. Letras vividas, emocionadas. Artículos leídos, comentados. Releídos, recomendados. Ideas pensadas. Algunas escritas, otras, ahí están...
Calles andadas. Pasos de cebra cruzados furtivamente. La cebra imaginada con zeta. Palomas insultadas. Observadas con asco. Arcadas de pensamientos, comentarios. Zebras...
Desconocidos del barrio saludados por la calle. Vecinos que nunca conocerás y, ni mucho menos, saludarás. Noticias de sociedad, economía, deportes. Algún relato. Muchos poemas. Libros cuyo contenido he exprimido. Porque me interesa...
Miles de conversaciones oídas, contrastadas. Divulgadas. Puntos seguidos, puntos y a parte, separados por una coma. Un etcétera que sirve de mucho. Etcétera...
Algunas mujeres, varios idiomas... 1 único amor, que llego de una isla, bañada por el Atlantico, llenando mi vida de miel y sal... Estando a su lado he aprendido que el único tiempo del amor es el presente he aprendido que el amor tiene mil caras y que ninguna de ellas es, probablemente, la correcta... que el amor es siempre imperfecto e inestable y que cambia de color igual que el cielo a lo largo del día. Que se rige por sus propios estados emocionales y que no tiene dueño, he aprendido que el amor puede hablar a través de silencios y esconderse en una mirada. Que puede quedarse dormido en los labios o en la huella de una caricia sobre la piel…
Y un objetivo común en todo lo dicho, enumerado y descrito; algo propio de nuestra naturaleza humana: aprender, saber más, vivir mejor, sobrevivir. Adaptarse...
Y después de tanto recuento y descuento, no se me ocurre nada más que un "te quiero ardilla roja"...