Quimeras de tormentas de verano...
el dolor erótico de la luz arrojada a mil heridas de profundidad,
sintetizado así el sentido de nuestra existencia
Heridas
vivas e inflamadas de literatura anarquista,
desparramadas así, de cualquier manera
Fácil
tasar a litros,
utilizar esa forma
tan bella y estudiada de desangrarme...
Equilibrio
los ojos son condenas
los labios son obsesión
Vértigo
y llegado el momento,
vaciar la memoria,
de caídas, temblores ...
Conclusión
hasta el próximo incendio...
28 jul 2013
Caídas
23 jul 2013
Escuchando
No, no hables. Escucha... , lo oyes?
No, no te acerques por favor. No me toques, no me mires...
Porque al sentirte cerca mi alma se vuelve piel de tambor lisa, tirante, en continua tensión esperando a que tus manos muevan los hilos y de comienzo el delirio...
Y el ruido, el eco dentro de mi cabeza me hace enloquecer...
Porqué cuando me miras mi piel se vuelve de cera que derrites, que moldeas, que hierve al paso de tu mirada...
Porqué mi corazón se desborda...
Porqué soporto el embate de tu amor de la mejor forma posible; de pie frente a tú tormenta...
porqué a pesar de todos mis esfuerzos, el alma se me pilla cada vez que tus labios marcan a fuego su deseo sobre mi piel...
Y de nuevo el ruido me hace enloquecer...
Porqué ya la noche no me escucha, porqué ya el sueño me evita...
Porque mi corazón se desborda...
9 jul 2013
Homicidas
Amor que es homicida, traicionero....
Besos que vampirizan, que se retuercen en el boca, que atan mi lengua a tu paladar, a la parte baja del corazón...
De camino al infierno voy deshojando todas las caricias que marcaste a fuego en mi piel; y una vez en el suelo no puedo más que volver mis ojos hacia ti y me creo maldito por volver a desear tus labios...
Pruebo a bajar por tu cuello, mordiendo los reparos, arrancando la prudencia me desquito en tu pecho, me abandono a tus ganas y finjo rendiciones por debajo de tu vientre...
Con decisión, con celo te regalo una a una las palabras que me hacen arquear la espalda, en posicion infinita me deshago entre tus labios, siempre eternos, siempre ardientes...
Con ampollas en la piel levantas mis descuidos, susurro renuncios a media luz, a media penumbra te prometo amores y desamores; tejiendo los placeres que no tienen nombre consiento todos tus jaques...
Me hago cargo de tu indecision, de tu falsa prudencia, de tu desinteres estudiado y de todos tus envites....
Vencida mi pasión, el veneno reposa en mis venas hasta que la mañana llegué. Terminado el juego las rendiciones no tienen sentido...
Pienso, mientras vuelvo a desvanecerme por una última vez en tus manos...