15 mar 2015

prometo no decirte ocho días a la semana que me quieras...

Yo te hablaba de noches bonitas en las que aparecíamos en paseos junto al rio y contemplábamos la ciudad entera, mientras que a escondidas te sonreía y me imaginaba tu mirada penetrándome en mis pupilas y yo, casi sin oxígeno me escapaba. Y ahora, que he paseado contigo a tu lado, no hubo noches en donde contemplar la ciudad entera, pero sí callejones y puentes en los que mirarnos...
Aún me acuerdo de mis ganas de besarte, y que cuando lo hiciese estallaría de una forma que jamás habría podido imaginar en estos casi dos años ya junto a ti. Estabas allí, mirándome en aquel bar con algún que otro deseo que nunca mencionarás y yo mientras buscaba alguna señal y recorríamos la ciudad entera, sin prisa, con amor en todos los rincones que nos encontrábamos, sin ser el ombligo de éste mundo que tanto nos rodea...
Cariño, que ahora hablamos de hacernos el amor
de arañazos en tu espalda mientras lames cada lunar de mi cuerpo...
Y a éstas alturas ya, no es que no quiera follarte el alma, quiero una vida en la que poder compartir sábanas de raso en noches como aquellas. Esto es el arte de quitar sombreros, y tú, te has metido en la boca del lobo, junto a caperucitas sin capas y ropa interior...
Vamos a bailar como hacen los muertos en el infierno,
y vamos
a lamernos
como
si fuese la última vez que nos vemos…
Yo te hablaba de secretos profundos en cada te echo de menos, y ahora, a lo largo de los meses, hablamos de como encontrarnos en cada orgasmo…

8 feb 2015

Contando..

"32 años. 395 meses. 11850días. 284.000 horas, y lo que se ha perdido en el recuento..."

5.110 cafés -algunos de un sorbo; otros con tranquilidad-... Mas gin tonic,  algo de tequila. 7 viajes internacionales. 1 hogar... Algún libro leído, varios empezados... Decenas de pares de calzado usados y gastados. Más calcetines - muchos no los he vuelto a ver-.... 
Miles de horas frente a la pantalla en blanco - con cafés y más tequila-. Hablando, escuchando. Muchos consejos recibidos. Algunos buenos. Otros olvidados - como tantas veces las llaves en casa-, y otros pocos, dados...
Sonrisas, risas, carcajadas. Llantos - ruidosos y en silencio -. Olores, sabores y experiencias. Problemas graves. Problemas estúpidos. Problemas solucionados. Problemas...olvidados...
Letras de canciones leídas, escuchadas. Letras cantadas, inventadas. Letras vividas, emocionadas. Artículos leídos, comentados. Releídos, recomendados. Ideas pensadas. Algunas escritas, otras, ahí están...
Calles andadas. Pasos de cebra cruzados furtivamente. La cebra imaginada con zeta. Palomas insultadas. Observadas con asco. Arcadas de pensamientos, comentarios. Zebras...
Desconocidos del barrio saludados por la calle. Vecinos que nunca conocerás y, ni mucho menos, saludarás. Noticias de sociedad, economía, deportes. Algún relato. Muchos poemas. Libros cuyo contenido he exprimido. Porque me interesa...
Miles de conversaciones oídas, contrastadas. Divulgadas. Puntos seguidos, puntos y a parte, separados por una coma. Un etcétera que sirve de mucho. Etcétera...
Algunas mujeres, varios idiomas... 1 único amor, que llego de una isla, bañada por el Atlantico, llenando mi vida de miel y sal... Estando a su lado he aprendido que el único tiempo del amor es el presente he aprendido que el amor tiene mil caras y que ninguna de ellas es, probablemente, la correcta... que el amor es siempre imperfecto e inestable y que cambia de color igual que el cielo a lo largo del día. Que se rige por sus propios estados emocionales y que no tiene dueño, he aprendido que el amor puede hablar a través de silencios y esconderse en una mirada. Que puede quedarse dormido en los labios o en la huella de una caricia sobre la piel…
Y un objetivo común en todo lo dicho, enumerado y descrito; algo propio de nuestra naturaleza humana: aprender, saber más, vivir mejor, sobrevivir. Adaptarse...
Y después de tanto recuento y descuento, no se me ocurre nada más que un "te quiero ardilla roja"...

11 ene 2015

Digamos que pájaros de colores en el desayuno...

Una película en blanco y negro que nos ha salvado las distancia entre naranjos, que se pierden los muros que separaban los auxilios de éstos besos.... Dos miradas a la luna, que esconde más que un sentimiento en una novela, donde nos piden perdón por la espera. Tres cigarrillos a la salud de los moribundos, que han vivido más disimulos que nuestra manera de cogernos la mano. Cuatro miradas bajo el brazo, con la vergüenza escondida en los retales de tus vestidos, que se han puesto a bailar en cuanto te han visto. (Trescientos sesenta y) cinco días más hubiesen pasado por ver volar a los pájaros... Seis es el número que juega el azar con nuestros antojos. Siete lágrimas antes de la resaca, acompañado de ocho noches infinitas en menos de nueve esperas. Cero es el punto final a donde han llegado todas éstas maneras de convertirnos en el capítulo VI de Cortázar...no fui yo, sino el tiempo que nos convirtió en literatura...en animales de colores...