“Sábado, 8 de diciembre...
Hoy quemé tu carta. La única carta que me escribiste. Y yo he estado escribiendo (sin que tú lo sepas) día tras día. A veces con amor, a veces con desolación, a veces con rencor. Tu carta la conozco de memoria: catorce líneas, ochenta y ocho palabras, diecinueve comas, once puntos seguidos, diecisiete acentos ortográficos y ni una sola verdad.”
El principio del placer - José Emilio Pacheco
No hay comentarios:
Publicar un comentario